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LA CONFISCACIÓN

 

 

(el conto) Ivan Matvichuc

 

                   En un de esas tardes perezosas de verano fuera dónde nosotros tocamos la charla, Antenor nos dijo ese cierto tiempo un amigo de él, Leocádio, muy interesado con las alternativas de la vida y temeroso con los abusos del Presidente Collor Gubernamental que allí durante los años de los años noventa, cuando de la noche durante el día decretó su famoso "Temporal" la Confiscación del Banco, miles helados de cuadernos de economías y cuentas corrientes, dejando a las personas a disminuye, con sólo un "el equilibrio de un valor insignificante" en su bolsillo, tamaño de un "asador."  

 

                   Ellos alegaron en la ocasión que era necesario reducir el consumo y detener el" el monstruo de la inflación", antes de que él nos mordiera, aun cuando para eso arraiga necesario el uso de medidas drásticas, en otros términos, para detener el crecimiento industrial, estancarse el comercio, provocar las quiebras, la globalización de la economía al gasto de un desempleo creciente o si usted prefiere sintetizar todos esto en alguno formula: tocar a las personas en el barro de la pobreza, satisfacer los intereses internacionales. ¡Ya parece eso que nosotros oímos esta historia en alguna parte! ¿Será que nosotros no nos engañamos? Bien, el Leocádio temeroso que había nuevas y hostiles medidas baratas de esa carga y cuando consiguió rescatar, algún tiempo entonces, su" dinero rico", decidió no ejecutar más riesgos e hizo su lugar favorito de su colchón para depositar sus estimadas economías. El lugar seguro y lejos de las" garras gubernamentales" terribles.  

 

                   Él salió allí depositó por muchos años, creyente que ningún" hombre de la confiscación" de este planeta tomaría posesión de él. El error fatal. ¡Cierto día, necesitando el dinero para pagar una factura inesperada, él abrió la puerta de su" Banco-colchón" y él tenía la sorpresa desagradable de verificar que su dinero había sido confiscado de nuevo, pero por este tiempo, por el... un RATÓN GRANDE! ¡- Escapó de Collor y se desplomó las garras de la rata hembra grande de la vida... Loco de la vida, Leocádio consiguió reparar y ahorrar algunas notas, él fue al banco y la nueva sorpresa! ¡- el dinero tenía totalmente perdido el valor y había dejado la circulación, a consecuencia de los cambios sucesivos de moneda de este país! ¡Se causará la suerte mala así al infierno, Leocádio! Es para que que su amigo que Antenor siempre le aconseja:  

-" El muchacho, el dinero no trae felicidad. No vale la pena guardar el metal vil. El mejor  

    es gastarlo y vivir feliz."  

 

                   Consejo de la persona sabio, porque feliz él es el hombre que consigue vivir despreocupado y lejos de las actitudes hostiles de esos gobiernos tenidas en establo en las deudas extranjeras (sin hablar en los internos), y que siempre el hallazgo una manera de" usando nuestro dinero" para honrar sus compromisos". sólo sigue siendo armonizarnos con Antenor, en el género, número y grado, endosar y firmar a la entrada bajo. Deben decirse las verdades con la transparencia y no deben camuflarse por los intereses excusados.  

 

 

 

(Las Reverberaciones de la antología

Publicador Arnaldo Giraldo - São Paulo - SP / Brasil

Las páginas 101 y 102)


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