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RECUERDOS


(Crónica)

 Ivan Matvichuc


            -  "AGARRA", Maxuxo!


            Al escuchar esas dos palabras gritó en humanos torbellino Metrô Jabaquara, Sao Paulo, en ese hermoso sol de la mañana y senegalesco calor, se estremeció hacer frente a la figura sonriente del criollo, con mechones de pelo "simpsoniano, dientes blancos, delgados brazos y se estiró en mi dirección:


        "- AGARRA", Maxuxo,  Recuérdame!?


          Por supuesto que lo recordaba, era Chico Fino", él mismo, más viejo ahora, pero era, no tenía ninguna duda. Chico zagueirão de nuestra equipo de fútbol en nuestra juventud. Nos abrazamos con fuerza y en una fracción de segundo que viajó en el pasado y la mente estaba en el glorioso equipo de Académicos Fútbol Clube desfilaron recuerdo nostálgico todo en el estado de conservación.
Chico mismo siempre sonriente, el tracto fina, intelectual, presumidos, en la disputa del balón con el pie y golpeó sus manos acariciaba excusas escondidas: - "Perdóneme, amigo noble, no era mi intención ...". La cortesía que desmontó. Y el "Gago" goleiro, hijo de un maestro de escuela el apodo de "Sargento", conocido por sus gritos infernales, provocando estampidas alucinados a sus estudiantes, a través de las puertas de e. .. ventanas! Su tartamudez, consiguió com el padre de difícil convivencia. "Juquerizinho," Selección del goleiro del Brasil Selección del futuro profesional, que conocía la fama a través de vuelos espectaculares en busca de las bolas hipnotizado y con ganas de anidar en sus poderosos brazos. Yo, "Maxuxo", su reserva, también cerdo ladrón de primas, que atemperó la atrocidad infinita de una malnutrición hambre implacable. "Juquerizão, la mitad izquierda, el otro hermano, por descuido, rebelde y pendenciero, fuente de la mayoría de los conflictos en la llanura de inundación de fútbol de Sao Paulo - juegos y dejó de comer polla gruesa en nuestro cuello.   

 

 

Aparecido "Tonterías," tranquilo, cualquier persona enojada, el silencio feroz que no perdona la bestia delantero entrometida, pateando todo y todos, sin importar la altura de sus saltos alargada. De la cintura para arriba era todo lo que vale la pena. Parecía com el Valdemar "Carabina" de Palmeiras. Nelson martillo, negro loco, un carpintero de profesión, martillado goles increíbles en el campo, de delantero centro, aprobada por el “Portuguesa F.C. en Sao Paulo después de que el Linense, donde desapareció. "Chuvisco", punta esquierda hipocondrio y extraño derecho, fabricante de “gols”, pero fue suficiente para dejar algunas gotas de lluvia y abandonó el partido alegando que su madre lo llamaba. Fue el único jugador que se sustituye. "Bolão", dueño de un bar, enorme figura cada vez publicado en el centro del césped. Estrenos goleadores espectaculares para adelante. Horacio "Perneta" con múltiples fracturas heredadas de la caída capricho de aguacate de "Garrincha" difícil de cazar y contener sus arrebatos de fútbol. Wilson “Picapau" con sus aves, antes de jugar sus jaulas alineadas detrás de la meta y terminó provocando disturbios a causa de los botes chicos pobres tisius-espectadores. "Dudu", jugador engreído de entrenador, discutir tácticas en el medio del juego. Expulsados, maltratados después de la reserva. Con el tiempo se convirtió en entrenador. Sergio "Cipó”, mi hermano (ya fallecido), policíal rodoviario, un gigante de 2,12 metros de altura, jugaba en la zona y rescató a las bolas que se fue a córner. Jugó poco, estaba jugando baloncesto con el Palmeiras. Tecnico Guido, el equipo y su inseparable bulldog responsable de las picaduras en la parte trasera del goleiro "Maxuxo", que se convirtió en la reserva, que no le cayó gimiendo, el dolor mejoró inmediatamente la atención del masajista, que era ... una mujer hermosa. Inadmisibilidad imperdonable fue el entusiasmo del soporte técnico.


   La voz de Chico interrumpió los recuerdos:

- "La vida" Maxuxo "¿Cómo estás?


- "¡Ah, la vida  vai bien.  Es una liga dura, con entrenamiento diario dolorosa, pero lucho con gran valor y me esfuerzo para mantener las pelotas. A veces salgo heridos, magullados, pero ganar siempre. Cuando el condenado.... esta bola de la vida se produce en mí, me tira y se aferran con firmeza, sabiendo que pronto llegará el día en que sufrirá el objetivo final, pero hasta entonces estoy tratando de mantenerlo. El juego es sólido, la pelota no se detiene regates tiempo con potencia y precisión Caio, por un lado, argumentan los otros, desesperados por agarrar la resbaladiza pelota con la fe y el vigor de un grito siempre presente dentro de mí:

-          "AGARRA", Maxuxo ... "!


(500 Antología de Otoño de prosa y verso - Autor Arnaldo Giraldo - SP

Páginas 130 y 131).


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